jueves, 8 de octubre de 2009

COMENTARIO CRÍTICO DE “LA CIUDAD GENÉRICA”

La forma en que Rem Koolhaas describe la ciudad genérica es expresando todo lo que piensa pero en ninguno de los casos se da por aludido, como si en lugar de ser un arquitecto, fuera un simple espectador que no aporta influencia alguna en las ciudades.

El libro se plantea una disyuntiva entre que es más adecuado: seguir el modelo tradicional que conserva su carácter (que por otra parte responde a las antiguas costumbres de sus habitantes) o bien el modelo de ciudad moderna que responde a las necesidades de un mundo globalizado. ¿Por qué no se pueden conjugar ambas tendencias construyendo ciudades que respondan a las necesidades de los ciudadanos y que a su vez conserven el carácter tradicional que por otra parte constituye el atractivo que buscan los turistas?
Este problema tiene difícil solución puesto que las ciudades las habitan personajes de las índoles más variadas y sin embargo las normas son iguales para todo el mundo.
Las ciudades se modifican en función tanto de las necesidades como del crecimiento de estas, y se enfrentan a nuevas respuestas a medida que surgen problemas. De este modo, desaparece la proyección. Creciendo uniformemente sin ninguna norma.

¿Deben de hacerse las ciudades para las personas o las personas para las ciudades? Si nos detenemos a pensar, podemos ver que muchos de los cambios que se producen a diario, anteponen la estética a la funcionalidad, y de poco sirve tanta belleza si sus ocupantes viven rodeados de incomodidades.
Por otra parte en el momento que globalicemos las ciudades, las hagamos todas idénticas y las privaticemos de sus señas de identidad, esto hará que pierdan atractivo para el turismo.
La ciudad tradicional es el resultado de la iniciativa privada de sus ciudadanos que en ausencia de normativas iban adecuando el espacio a sus necesidades, mientras que la ciudad moderna responde a la imposición de unos reglamentos excesivamente rígidos que no tienen en cuenta la idiosincrasia ni la creatividad anónima ¿no será que tanto los políticos como los urbanistas se creen en posesión de la verdad coartando toda iniciativa ajena y eso ha hecho que las ciudades pierdan su carácter?
El reto está en conseguir conjugar todas estas cosas, impidiendo determinados abusos por parte de los ciudadanos pero dotando de mayor versatilidad a las reglas impuestas.


Yo, personalmente no fui capaz de entender el primer capítulo con la primera lectura, pero al leerlo de nuevo, todo empezó a tener sentido. Por este motivo, antes de hacer el comentario he hecho un pequeño resumen de cada uno de los puntos del índice.


1.- No puede existir una ciudad genérica que tenga a la vez identidad. La ciudad genérica está constantemente en cambio, ya que el lugar más importante tiene que ser a la vez el más viejo y el más nuevo; si se torna pequeño, hay que agrandarlo, y si se torna viejo, se autodestruye o se renueva.
2.- Crece constantemente, y se extiende de forma que la gente, ya no va del campo a la ciudad como anteriormente, sino que la ciudad se expande tanto que llega al campo. Y por intentar simplificar su identidad, se vuelve genérica.
3.- Se expande hasta tal punto que, los bulevares, pasan a ser carreteras. Está formada por módulos que se repiten constantemente, y su atractivo principal es su desorganización social.
4.- Los aeropuertos son los elementos característicos de las ciudades albergando las experiencias de todas las personas. Es como si solo pudiéramos diferenciar una ciudad de otra mirando simplemente su aeropuerto.
5.- Es multirracial y multicultural, y la fundan las personas que la visitan.
6.- Recoge tanto lo primordial como lo futurista. Pasa de ser horizontal a vertical, y lo orgánico es su mayor mito. El arte público está en todas partes.
7.- Los líderes decidían fundar una ciudad en medio de la nada, como un régimen autoritario.
8.- Es raro que el éxito de la ciudad genérica no coincida con el de la sociología.
9.- Los sentidos pueden conducirte a una ciudad sin estar en ella mediante simples olores, sabores, o idiomas. Cuando visitamos una ciudad, sentimos la obligación de visitar sus edificios representativos.
10.- Es tal la evolución, que dentro de unos años, Rem Koolhaas dice que todos trabajaremos en casa. Actualmente, un hotel es una especie de cárcel a la que voluntariamente acude la gente.
11.- Existen edificios interesantes y aburridos. Hablando en cifras numéricas, podríamos decir que existen 300.000.000.000 de dólares trabajando y produciendo ciudades genéricas en todo el mundo, y el 51% de los edificios es espacio vacío que únicamente se utiliza para recoger al habitante. La arquitectura de estas ciudades es generalmente climatizada, ¿quiere eso decir incompetencia, o imaginación? Es antidemocrático resistirse al postmodernismo. La variedad no puede ser aburrida, y el aburrimiento no puede ser variado.
12.- Geográficamente, las ciudades genéricas se sitúan en el clima más cálido cerca del Ecuador, aunque todos los pronósticos se presentan en deterioro futuro. Existe una gran conexión entre arquitectura y comportamiento, ya que la arquitectura condiciona el comportamiento de las personas.
13.- Se muestra una iconografía en la ciudad genérica. Si es asiática, pensaremos en mujeres delicadas. Por otro lado, si tiene montaña, pensaremos en la colina.
14.- La ciudad es lo mismo que un plano habitado, en el cual las cosas son mejoradas, modificando así la historia de las mismas.
15.- La infraestructura de la ciudad genérica, es un pronóstico.
16.- Desde la perspectiva cultural, es asimilable a una agencia de citas.
17.- La ciudad no existe sin historia, y si no hay personas, no hay ciudad.

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